Por Isis Espinola
Arturo, un joven universitario aplicó a una beca internacional. Al llenar un formulario en línea ingresó su CURP sin verificar. ¿Qué podría salir mal?
La Clave Única de Registro de Población (CURP) plantea desafíos significativos en cuanto a la seguridad y privacidad de la información personal. En las sombras del internet, existen bases filtradas, y otras que se venden en foros clandestinos con la finalidad de construir un perfil falso, abrir cuentas, contratar servicios e incluso emitir facturas. De las cuales serías legalmente responsable.
Si bien la CURP por sí sola no revela información confidencial, es un documento íntimo. Se estima que el 40% de los casos de robo de identidad en México, ha sido por éste documento.
A pesar de existir la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, el desconocimiento sobre los derechos de privacidad y la inexistente aplicación de la normas sigue siendo un problema. De acuerdo con estudios recientes, el 25% de la población sabe sobre sus derechos en protección de datos. Y menos del 15% de las empresas que manejan datos personales implementan medidas de seguridad adecuadas, lo que las hace vulnerables a ataques cibernéticos y fugas de información.
Arturo intentó denunciar: “Solo usaron su CURP… eso no es suficiente”, dijeron. El sistema no está diseñado para proteger al ciudadano de su confianza ciega. El uso de la CURP es una historia de terror escrita en formularios y bases de datos mal protegidas. Donde el verdadero miedo radica en lo que crees que es seguro… y no lo es.
Recomendaciones
Medidas para los usuarios:
- Evita compartir tu CURP sólo estrictamente necesario.
- Verifica la identidad de las instituciones que la solicitan.
- Mantente atento a cualquier actividad sospechosa relacionada con tu información.
Para las organizaciones:
- Implementar fuertes medidas de seguridad.
- Capacitar a su personal sobre la importancia de la protección de datos.
- Garantizar que la recolección, uso y almacenamiento de la CURP cumpla con la LFPDPPP.
No olvides, antes de compartir tu CURP, piensa:
¿Quién la pide?
¿Para qué la quiere?
¿Y qué pasaría si cae en manos equivocadas?
Porque a veces, la peor pesadilla comienza con un simple número.
