
Este viernes de junio, un sismo de magnitud 6,4 sorprendió al norte de Chile, específicamente en la zona del Desierto de Atacama, sin que hasta el momento se reporten víctimas ni daños materiales.
El evento sísmico ocurrió a las 13:15 horas locales (17:15 GMT) y fue registrado por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que indicó que el epicentro se ubicó a 76 kilómetros de profundidad, cerca de la costa.
Las localidades más cercanas al epicentro son Diego de Almagro, a unos 52 kilómetros, y Copiapó, a unos 81 kilómetros. El sismo se sintió con fuerza en distintas ciudades del norte del país, generando preocupación entre la población, aunque sin consecuencias inmediatas.
El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) descartó la posibilidad de un tsunami, al señalar que las características del temblor “no reúnen las condiciones necesarias para generar” un fenómeno de ese tipo.
Por su parte, el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) informó que el sismo se percibió “entre las regiones de Antofagasta y Coquimbo” y que continúa monitoreando posibles afectaciones a personas, infraestructura y servicios básicos.
Hasta ahora, no se han reportado daños ni víctimas en los análisis preliminares.
Chile, ubicado en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico —una de las zonas con mayor actividad sísmica y volcánica del planeta—, experimenta miles de sismos cada año, la mayoría de baja o moderada intensidad. Sin embargo, su historia sísmica también está marcada por eventos devastadores, como el terremoto de 8,8 grados de magnitud ocurrido en febrero de 2010, que dejó 525 muertos y generó un tsunami, convirtiéndose en una de las mayores tragedias del país.
Las autoridades chilenas mantienen activa la vigilancia sísmica y llaman a la ciudadanía a mantenerse informada por canales oficiales ante eventuales réplicas o actualizaciones del fenómeno.
Con información de AP